miércoles, 13 de mayo de 2015

Pastelería New York, premio 'Paraje bilbaíno 2015'

La Konpartsa Moskotarrak entregó el 12 de mayo, coincidiendo con el día de San Pancracio, el premio ‘El paraje bilbaíno’, en su cuarta edición. En esta ocasión el galardón ha recaído en la Pastelería y salón de té New York, ubicado en la calle Buenos Aires. 





Este  premio pretende llamar la atención sobre esos clásicos comercios bilbaínos de siempre, de los que desgraciadamente cada vez nos van quedando menos. Lugares entrañables que forman parte de nuestra vida, como en muchos casos lo fueron de generaciones anteriores a la nuestra.




El jurado de esta cuarta edición ha estado compuesto por Elena Puccini (directora del Periódico Bilbao), Isidro Elezgaray (responsable de relaciones con los medios de Laboral Kutxa) y Alicia Fernández (directora de la Sala Rekalde). A los tres, por ser gente preocupada por los temas relacionados con nuestra Villa, nos honramos en integrarles en lo que denominamos el ‘Club de los bilbainólogos’, un foro creado por Moskotarrak al cual pasan a pertenecer cuantos participen cada año en el jurado de este premio.




En esta ocasión el jurado decidió conceder el galardón a la ‘Pastelería y Salón de Té New York’. Este emblemático local, fundado en 1926 por D. Santiago Alcaide en este mismo edificio, en cuyo primer piso se ubicaba la entonces famosa ‘Fonda de Ajuria’, más conocida como la fonda de los toreros, por ser lugar de hospedaje de los diestros de aquélla época. 






 Le puso ese nombre por la simpatía que sentía hacia ese país, aunque murió sin poder conocerlo. Algunos recordamos a D. Santiago, ya muy mayor y algo sordo, sentado permanentemente junto a la caja registradora, otra pieza de museo. 






Y desde el año 1992, con muchísima ilusión, tomaron las riendas del negocio Marian y Andrés. Ellos han sabido mantener la calidad de sus productos y conservar la esencia de un local de ese Bilbao de toda la vida del que tanto presumimos.




Este galardón consiste en una preciosa cerámica, elaborada artesanalmente por nuestros amigos de Cerámicas Loitz, con la imagen de la fachada de la Alhóndiga. Elegimos esta imagen, entre otras cosas, por ser un símbolo del nuevo y el viejo Bilbao y por reflejar la esencia de una parte del sentido comercial bilbaino que representaba el viejo almacén de vinos. Un edificio encauzado hoy por la senda del ocio y la cultura.




Como complemento queremos añadir otro símbolo de nuestro botxito. Un retoño de un tilo, el árbol que, en Bilbao, se hizo famoso por estar situado durante tantos años en pleno corazón comercial y sentimental de los bilbainos: el Arenal. Que lo reguéis y conservéis con tanto acierto como habéis sabido mantener un negocio tan arraigado entre nosotros.








Agradecemos la presencia del alcalde de la Villa, Ibon Areso, concejales, del Otxote Txipli-Txapla y de nuestro entrañable amigo y txistulari de guardia Mikel Bilbao, que amenizaron el acto con su música y sus voces.