Esa es una frase por la que siempre he
sentido cercanía, ya que nos recuerda que a quien se quiere hay que
demostrárselo, y muy particularmente a quien ha puesto mucho de su parte para
hacernos un poco más felices.
Hoy, la gran cuadrilla de Moskotarrak
hemos intentado hacerlo con nuestros buenos amigos Ana Mari y Humberto, una
pareja que durante muchos años han trabajado por esta konpartsa en muy diversos
frentes: en las bajadas, fiestas y, particularmente, en los duros turnos
matutinos de la limpieza y recogida de la txozna.
Vaya para ellos todo nuestro cariño,
reflejado en ese "Gigante de Moskotarrak", una bonita figura que, a
buen seguro, cada vez que vean les recordará este merecido reconocimiento.
Eskerrik asko.
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