La Konpartsa Moskotarrak, siguiendo su
tradición de promover eventos relacionados con Bilbao, ha hecho entrega de la tercera
edición del premio ‘El paraje bilbaíno’ a 'Sombreros Gorostiaga'.
Con ello pretendemos
rendir un cariñoso homenaje a esos locales del Bilbao ‘de toda la vida’; lugares
entrañables donde hemos pasado tan buenos ratos detrás de sus barras o
mostradores. Pastelerías, ultramarinos, cafés, tiendas o tascas de todo tipo
que no solo han sido y son parte de nuestra vida sino que, en muchos casos, lo
fueron también de las de nuestros aitas y aitites.
El jurado de esta tercera
edición ha estado compuesto por Álvaro Díaz-Munío (presidente de la Asociación
Hotelera ‘Destino Bilbao’), Jon Zapirain (Coordinador General de la Fundación
Athletic Club) y la polifacética actriz bilbaína Gurutze Beitia, que excusó su presencia por motivos personales.
Y no solo queremos
agradecerles que se hayan involucrado en
la organización de esta idea sino que, por ese motivo y por ser gente tan
preocupada por los temas relacionados con nuestra Villa nos honramos en
integrarles en lo que denominamos el ‘Club de los bilbainólogos’, un foro
creado por Moskotarrak al cual pasarán a pertenecer todos y todas cuantos
participen cada año en el jurado de este premio.
Bueno, pues ellos se
inclinaron por conceder el galardón de este año a ‘Sombreros Gorostiaga’, este clásico
comercio bilbaíno fundado en 1854 por el comerciante Fructuoso Gorostiaga, quien
fue sucedido por tres generaciones de Gorostiagas y otras cuatro de apellido
Pirla. Estamos por tanto nada menos que en la séptima generación de familias
que han regentado este negocio.
Como recuerdo de
este galardón les entregamos una preciosa cerámica, elaborada artesanalmente
por nuestros amigos de Cerámicas Loitz, con la imagen de la fachada de la Alhóndiga. Elegimos
esta imagen, entre otras cosas, por ser un símbolo del nuevo y el viejo Bilbao
y por reflejar la esencia de una parte del sentido comercial bilbaíno que
representaba el viejo almacén de vinos. Un edificio encauzado hoy por la senda
del ocio y la cultura.
Como complemento a
este premio queremos añadir otro símbolo de nuestro bochito. Un retoño de un
tilo, el árbol que, en Bilbao, se hizo famoso por estar situado durante tantos
años en pleno corazón comercial y sentimental de los bilbainos: el Arenal.
1 comentario:
Y fotaza con el alcalde. ¡Joder con los apolíticos!
Ah, eta dena erdera hutsean... Ze pena.
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